miércoles, 22 de abril de 2009

Exposición colectiva en Las Palmas

Hoy, cuando me planteo publicar la experiencia vivida en nuestra exposición colectiva de Las Palmas me embarga un doble sentimiento . Por un lado un agradecimiento enorme a Nacho Ramírez por la invitación y a todo el equipo de la sala Dahe encabezado por Miguel Rodríguez por el esfuerzo realizado para que nos sintiésemos bien en todo momento. Y por otro un tremendo vacío por lo desamparados que estamos quienes queremos mostrar nuestro trabajo creativo allende los mares.
El hecho de ser isleño me ha marcado de una forma notable ante algunos retos. Ser de la periferia me hace sentir abandonado a mi suerte, sin tener nada ni nadie en el cual apoyarme para algo tan sencillo como puede ser el mostrar mi trabajo fuera y lo peor de todo esto es que he descubierto que vivo en la periferia de la periferia.
Un honor enorme haber compartido espacio con Leo García Enguita, Juan Miguel Cubas, Klaus Berends, Alberto Agulló, Silverio López y como no con Nacho Ramírez.

Quiero destacar el escrito de presentación de la exposición realizado por Miguel Rodriguez , el cual incluyo a continuación .

FUERTEVENTURA ISLA MAYOR- ISLA MENOR

Gracias y Bienvenidos a la SALA DAHE

Asistimos al encuentro de este grupo de amigos llegados de FUERTEVENTURA que, cargados de ilusiones, nos ofrecen lo mejor de sus creaciones con los deseos comunes de compartir momentos gratos en espacios distintos de los habituales.

Son los obsesivos creadores y artistas de cualquier área del saber los que no abandonan nunca el barco que los enroló, acogió y les prestó partituras, caretas, pinceles, tierras de colores, buriles, escoplos y martillos, para que con ellos fueran capaces de traducirnos sonidos, escenas idílicas o desérticas, paisajes conocidos en representaciones plásticas inimaginadas hasta ahora, a las que sólo podemos entender al verlas plasmadas, incapaces nosotros de imaginarlas antes de verlas. Piezas sobre huesos y maderas reconocibles y cercanas, aunque tengan miles de años; otras, sorprendentes y temibles por su compleja belleza, delicadeza y texturas; algunas de inalcanzable majestuosidad y la mayoría de ellas envueltas en ese halo común que, como ola cadencial, se mueve entre el espíritu del creador, la obra creada y los sentimientos de quienes se acercan a conocerla, palparla y oler la sal que nos permite mayores vínculos de vida e ilusiones en amaneceres de esperanzas.
Como náufragos arribados a playas indómitas, tratamos de poner en pie ese mástil orgulloso de nuestro ser para que ondee con la voz ronca de nuestras soledades, desde donde las tenebrosas noches y los vientos gélidos siguen persiguiéndonos mientras buscamos entenderes y compresiones a los quehaceres que desarrollamos con intención de sentirnos creadores y útiles socialmente.
Hoy los tiempos nos obligan a exigirnos más y a demandar mayores verdades y compromisos y, además, hacerlo desde áreas grupales, aunando mayores respetos y esfuerzos para avanzar por esos caminos que hacemos al andar.


PACO OJEDA con sus fotografías nos trae ciudadanos de su isla, seres de almas comprimidas de historias novelescas enlatadas en formatos rectangulares. Miradas impasibles y sufrires en arrugas cargadas de bellezas y disertaciones silenciosas


NACHO RAMÍREZ, de movimientos y elegancias de seres que buscan salidas ocultas y almas con pretensiones de flotar y evadirse en un dominio circense de colores y equilibrios. El control sobre las líneas le permite perderse en las aguadas buscadas intencionadamente para eludir la ubicación obligada en este planeta. Nacho sigue creciendo en exquisitez y exigiéndose mejoras con cada trabajo que se compromete, manteniendo intacta la independencia de su delicadeza personal y su frescura creativa.


KLAUS BEREDNS avanza en su cauce personal entre los compromisos medio ambientales que deberíamos tener todos y la fuerza incontrolable que le obliga a reconducir colores y formas en cada una de sus propuestas. Sigue, con enorme arrojo creativo, reconduciendo ideas y plasmaciones finales entre azules añiles y negros matizados con los óxidos de materiales inducidos a miradas distintas. Las obras de Klaus brillan y vibran desde que interactuamos con ellas.


ALBERTO AGULLÓ, desde el delicado, sosegado y cadencial paisaje de la isla de Fuerteventura, reconduce los materiales hasta la interpretación exquisita y personal de su mirada. La mezcla de maderas, tierras y pigmentos, junto a los colores ocres, verdes tímidos y amarillos tenues en muchos de su trabajos sobre la isla, nos permite reconocer parcialmente el sentimiento de la belleza global que albergamos con el viento, los silencios y las tonalidades de tierras y cielos. Alberto Agulló, maestro nacional de la pintura, anda en caballos alados entre Alicante y su Mediterráneo y Fuerteventura y el Atlántico, amplios territorios que le permiten expresar su tierna poesía en formato tridimensional, para que nosotros añadamos los sentimientos y vinculaciones con nuestra almas silenciosas y sorprendidas.


LEO GARCÍA ENGUITA, artista de discursos propios y mirada penetrante, pasa por el paisaje y el tiempo sin evitar repescar, detener y transformar los mensajes encontrados. Casi sin intervenir en lo que ve. Roba la idea personal para conceptualizarla y con pocas especias hace guisos compactos en texturas y frescos en discurso. Sus fotos en playas y desiertos urbanos le permiten reencontrarse con sentimientos perdidos, Leo es un respetable intelectual que sigue manteniendo hinchadas las velas de su frescura juvenil. JUAN MIGUEL CUBAS, delicado escultor de piedras tiernas a las que les rescata las esencias de vacíos útiles para buscar las armonías de las formas dispersas y perdidas. Construir huyendo de referentes conocidos para llevarlos a líneas apreciables no es tarea fácil. Los buscadores de formas, a los que la obra escultórica les permite la utilización escasa de color, como elemento optimizador para acercarse a la perfección, deben convertirse en obsesivos pensadores y en pacientes deseosos de sosiegos. Juan Miguel nos presenta una obra delicada, cuidada y atrayente, dejándonos con esta muestra el sabor de verlas dimensionadas para poder mutar en ellas.


SILVERIO LÓPEZ sigue jugando con el barro y el fuego, moja la materia y diluye las formas para conformarlas y solidificarlas. En esta muestra colectiva juega con el movimiento femenino de los ídolos maternales de los referentes prehispánicos canarios; éstos le sirven para recuperar esencias culturales diluidas en la velocidad de esta sociedad irreflexiva y después contextualizarlos en espacios atemporales distintos a los museísticos. Agradecemos a todos ellos, su presencia hoy en nuestra Sala y, de manera muy especial, reconocer la labor aglutinadora para poder realizar esta exposición, a nuestro amigo Nacho Ramírez que, como siempre, ha sido pieza clave y el apoyo necesario para nosotros en este proyecto.

MIGUEL RODRÍGUEZ



Algunas imágenes previas al acto






Después de la inauguración









Las obras de Silverio López


Obras de Alberto Agulló


Las obras de Nacho Ramirez





Las obras de Leo García






De Klaus Berends y esculturas de Juan Miguel Cubas






Mis fotos


Fotos mias y esculturas de Juan Miguel Cubas